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Laura Martín Osorio: "estoy siempre buscando"


Mayo/Junio 2022


¿Cómo empezaste a escribir poesía?


Empecé a escribir para explicarme ciertas cosas, como forma de mitigar la angustia que me provocaba el vivir. Mis primeros textos se vinculaban con experiencias de la intimidad, algo que podría relacionarse con la escritura diarística, sin llegar a serlo.

Escribir era para mí una “necesidad vital” —como dice Audre Lorde—; en las palabras se materializaban mis dolores más profundos, que raras veces conversaba con alguna persona. Textos escritos en los márgenes de las hojas de la escuela, en papeles sueltos, en cuadernos.

Recuerdo haber leído algunas de esas poesías a mi profesora de literatura de tercer año de la secundaria. A nadie más. La época de mostrar lo que escribía se dio un poquito después, con el teatro. Mi escritura fue tomando otra forma, otro tono, otra intención. Entre 1999 y 2008, escribí teatro, principalmente obras para las infancias. También compuse guiones radiales para un programa de literatura destinado a niñeces.

Desde hace algunos años, escribo únicamente poesía. Tomo talleres. Estoy siempre buscando. Sigo intentando explicarme ciertas cosas.


¿Qué poetas estás leyendo? ¿Qué poéticas te interesan? ¿Influyen en tu manera de escribir?


Me gusta y me interesa leer a poetas de esta época, que están escribiendo desde Mendoza, aprendo mucho de su escritura, me enseñan a escribir.

También leo poesía de otros contextos y tiempos, especialmente de mujeres de Italia y del siglo XX. Hace un tiempo que estoy preparando material para un taller que proyecto ofrecer en alguna de las instituciones en las que trabajo; por eso, estoy leyendo y releyendo a Alda Merini, Amelia Rosselli, Patrizia Cavalli, Dacia Maraini, entre otras.

Leo, además, poesía para las infancias; me permite mirar con otros ojos, me conecta con el juego, la música y la risa. La visito asiduamente para cobijarme en su ternura. Uno de los últimos libros que leí y me maravilló se titula Ver llover de Germán Machado, otro que también me conmovió es El mar de Micaela Chirif.

¿Cómo ves el panorama poético en Mendoza en cuanto a formación, edición y circulación de libros?


En Mendoza, hay una muy buena oferta de talleres brindados por personas que saben y acompañan los procesos de escritura con responsabilidad y respeto. También hay un gran número de editoriales independientes que hacen su trabajo con dedicación y esmero. Además, grandes escritores. Creo que faltan políticas culturales que valoren la actividad literaria.






Presentamos una breve selección de poemas de Laura Martín Osorio:



De Por la cañada del arroyo seco (Fractura ediciones, 2022)


XIV

Somos el después de la tierra arada,

las ramas desnudas del invierno,

el humo que mitiga el frío.

Somos los campos sembrados,

los rayos de sol en danza,

las nubes grises que se llevan todo.

Somos las horas al lado de una cama,

los platos calientes,

los tomates envasados.

Somos una trenza cosida,

una trenza espina de pez,

una trenza tiara.

Somos lanas, papeles

agujas y tintas.




De Asterisco acuático (Editorial Sombrero azul, 2021)


Notas

En esta botellita

te mando:


algas marinas

un grano de arena

ámbar plateado

tres cuartos de agua

y una pizca de sal

para que te perfumes

con mi mundo

cada día.



Correo postal


Te escribí una carta

en letras cursivas

todas enruladas.


La metí en un sobre

que cerré con la lengua

(ya sé que no te gusta,

hice lo mismo con la estampilla).


Nadé durante horas

hasta el buzón,

la introduje con cuidado

en la ranura

y suspiré.


Un escalofrío de burbujas

me hizo cosquillas:


brom tom tom

shuk shuk shuk


El buzón abrió la boca

empezó a expedir

las cartas que tenía guardadas.


Un remolino de colores

sacudió las aguas

y se fue volando suavecito.




De estaciones arriba (poemario inédito)


venta de garage

la muchacha del sombrero

compró la tetera

que me había regalado mi hermana

el primer cumpleaños

que celebré en este lugar

la tomó con decisión

con delicadeza la envolvió en un paño

y la guardó en el bolso

quise agradecerle

decirle que en el pico

guarda la receta de un té

que imaginé una tarde

de lluvia

y que repetí cada vez

que hubo humedad

no encontré las palabras

mi fragilidad de oruga

se quebró

en diminutas mariposas

que se fueron volando

hasta las flores de su vestido




De Proyecto de obra. Heimweh (poemario inédito)


I


El mapa ilegible

me arroja desnuda

a una maldición moebius.


Es insoportable este viaje

de pies desnudos.


Una tras otra,

las calles

trazan, como cuchillas,

un diseño agonizante

de direcciones

que no se encuentran.


Todos los puentes

se quedan a la mitad

de esta oscuridad que insiste

en su parálisis de ojos abiertos.


Una estela pegajosa

me persigue.



No hay techo

ni lumbre

para cobijarme.


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