top of page
futuroseran

Laura Carnovale: “Entre tanta necesidad por lo inmediato, cultivar el espíritu es urgente”

Agosto de 2022



Laura Carnovale, nació en Santa Rosa, La Pampa. Durante la infancia vivió en algunos pueblos del interior de la provincia, una experiencia significativa y enriquecedora. Luego de finalizar el secundario se mudó a General Pico (130 km de la capital) para iniciar los estudios en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa. Desde entonces reside allí.


Se formó como docente de Nivel Inicial y se desempeña como tal. La escritura es una necesidad y una forma de comunicar. No puedo pensar la vida sin la escritura, dice.

La lectura


Desde niña se interesó por la lectura, pasaba largo rato entre libros de cuentos, revistas de historietas, libros que había en su casa. La escuela la acercó a la literatura. La lectura de distintos textos le permitió el descubrimiento de un mundo increíblemente asombroso y aunque se cautivó pasó algún tiempo hasta que pudo conocer a autores cásicos y otros no tanto, e iniciar un camino de búsqueda personal guiada un poco por la intuición y bastante por el interés.


El acercamiento a la poesía fue un encuentro con un aspecto del universo de las palabras que le resulta difícil explicar. “En el mundo real aparecía una manifestación de la existencia de ‘algo más’, casi imperceptible e innombrable, que me dejaba perpleja muchas veces, pero que en ese universo (el poético) era posible de ser nombrado”, afirma. La poesía fue una revelación y fue, desde entonces, una manera de estar en el mundo, una manera de ser entre los otros. Para ella ocupa un lugar irremplazable, una especie de dimensión paralela en la que todo sucede de modo que solo ciertas palabras lo pueden nombrar.


Consultada sobre poetas importantes para ella, vienen a su pensamiento a través de la lectura de obras que fueron marcando y acompañando el camino de su escritura: Juarroz, Pessoa, Vilariño, Pizarnik, Szymborska, Gruss; sus editoras Patricia Bence Castilla (Ediciones Ruinas Circulares); Griselda García (Griselda García Editora); y las/los poetas compañeros de ruta poética: Águeda Franco, Lisa Segovia, Susana Slendew, Alicia Santillán, Josefina Bravo, Marisa Cascallares, Daniela Pascual, Marcela Zuazo, Sergio Mirabelli, Ivana Szac, y muchos más con los que comparte en redes sociales o grupos de difusión.


Su producción poética


Si bien no ha pertenecido formalmente a ningún grupo poético de la provincia, ha participado de diferentes encuentros y/o ciclos de lectura a los cuales fue invitada (Poesía Itinerante, Casa tomada, Poesía Pampa Fest, presentaciones y actividades de la Asociación Pampeana de Escritores). Desde hace algún tiempo integra el Gep (Grupo de Escritores Piquenses).


Sobre la producción actual de su provincia, le gusta pensar en la posibilidad de que se generen espacios de comunicación y difusión que trasciendan los límites del “interior del país” y visibilicen a tantos y tantas poetas y/o artistas que con su obra enriquecen el acervo cultural que da identidad a la provincia.

En ese sentido, más como ciudadana que como poeta, le gustaría poder brindar apoyo para que la cultura se desarrolle y el arte ocupe el lugar que debe tener. Entre tanta superficialidad, tanta vertiginosidad de los tiempos que corren, tanta necesidad por lo inmediato, cultivar el espíritu, “lo que no se ve” y lo que enriquece, cree que es “urgente y humanizador”. Por esa razón a fines de mayo retomó un proyecto (truncado en pandemia) junto a la poeta Águeda Franco para llevar adelante un taller de lectura vivencial que se llamará “Poesía para Vivir”. La propuesta es conectar con la palabra poética y la obra de distintos/as poetas ofreciendo alternativas diferentes a través de los sentidos, la emocionalidad, el disfrute.





Presentamos una breve selección de poemas de Laura Carnovale:



Día 2


Abre las ventanas y pone a andar la casa.

Ceba un mate

otro,

otro.

Ceba uno más

y ceba otro,

y se va ella

escurriendo sobre la mesada

entre los platos de la noche

mientras se pregunta

y se contesta:

¿Por qué las casas tienen ventanas?

Porque las casas miran desde adentro.



Día 17

Puedo sentir el calor de la luz en el ventanal.

Puedo rozar la tarde,

tan sólo,

con las yemas de los dedos.


Adentro

hay una mariposa

intentando romper el vidrio con las alas.



Día 20


Escribo.

un delgado hilo de luz

parte la mesa.


Todo lo que no quiero decir

cae.


Irremediablemente.


En: Tengo un cielo en la cocina, Ediciones Ruinas Circulares



2

No voy a llamar rocío al rocío,

a esa gota que se desprende del filo de la chapa

y moja

el último cigarrillo del día.


Hay veces,

ciertas veces,

que la belleza pierde

la propiedad de las palabras.



16

Nada que decir.

Se despereza la vida y desayuna,

junto a mí,

sentada a la mesa.


A veces los hijos son

esa palabra por nombrar.


En: Piedras verdes, Ediciones Ruinas Circulares.



Comentarios


bottom of page