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Alfredo Lemon: la poesía como destino y necesidad


Marzo de 2025


Los comienzos


Nací en la Córdoba de la Nueva Andalucía. Fui abogado, profesor universitario de filosofía, derecho constitucional y derechos humanos. Realicé algunos postgrados, participé en congresos, cursos diversos. Pero todo eso fue, ya pasó, y desde mi jubilación, lo considero parte del pasado (al que agradezco y del que no reniego) pero que visto desde el hoy, lo siento como sucedido en otra vida. En relación a lo literario, me declaro completamente autodidacta. Aunque vale señalar que asistí y asisto a talleres literarios presenciales o virtuales cuando me parecen interesantes y siempre en relación con la

poesía contemporánea argentina.

Mi primer contacto consciente con la poesía se produjo a mis 21 años, luego de recibirme de abogado. Anteriormente solo leía libros que tenían que ver con la carrera. Pero fue luego de leer “Límites”, el famoso poema de Jorge Luis Borges que me impactó e impresionó tanto que dije, a este autor quiero estudiarlo y conocerlo. Y a partir de su Obra Completa, me enganché, y después seguí con otros autores, y otros textos. Reconozco que fue la gran poesía del más universal de los autores argentinos, la que me abrió a otras bibliotecas y más creadores.



El lugar de la poesía


La poesía ocupa un lugar relevante sin duda. A esta altura de mi tiempo, 65 años, la poesía es uno de los pocos éxtasis que me quedan. Refugio, celebración, devoción. Amparo y zona de conocimiento de uno mismo y lo demás. Ahora, sobre todo, me interesa más la lectura que la escritura. La poesía es una disciplina espiritual que, en su visión integradora, hace más rico el espectro de la realidad y el ser viviente que conformamos. Para mí, la poesía es un destino, una necesidad. Perder la poesía sería perderlo todo.

Acerca de poetas importantes para mí, la suma de lo que uno ha leído y va leyendo, creo, influye en nuestro trabajo, de una u otra manera, a veces consciente o inconscientemente. A través de sus líneas eternas, estuvieron y están, aquellos que admiré desde que empecé a escribir: Sábato, Girri, Molina, Orozco, Molinari, Bayley, Girondo, González Tuñón, Gelman, Vocos Lescano, Castillo, Oteriño, Aulicino, Benítez, Herrera, Mujica. También Rilke, Pavese, Montale, Vallejo, Cernuda, Eliot, Stevens, Whitman, Pound, Huidobro, Cardenal, Parra. Igualmente, los poetas españoles de la Generación del '27, los surrealistas franceses, la generación Beat y un largo etcétera. No puedo olvidarme de los clásicos, porque ellos son los modernos siempre vigentes. Cervantes, Shakespeare, Dante, Víctor Hugo, Joyce y más aquí, Vallejo, Huidobro, Lezama Lima, Saer… De Córdoba puntualmente deseo nombrar a los que me formaron y me nutrieron con sus trabajos y concepciones y me abrieron nuevos horizontes de conocimiento y de imaginación. Leopoldo Lugones, Alejandro Nicotra, Emilio Sosa López, Marcelo Torelli, Hernán Jaeggi, Susana Arévalo, Livia Hidalgo, Alejandro Schmidt, Daniel Salzano, Hugo Francisco Rivella, Pablo Anadón, Leandro Calle.


La tradición cercana


No pertenezco a ningún grupo literario. A mi poética me gustaría pensarla así: habiendo incorporado en más o en menos medida a la tradición literaria de Córdoba, que es mucha y abundante, intento lograr una voz propia, distinta, que la cuestione y a su vez dialogue también con las nuevas

propuestas, que por cierto son múltiples y renovadas. Actualmente hay una gran producción, un sin número de autores produciendo, consagrados y principiantes. Todos son bienvenidos para alimentar la emoción de sentir el latido infinito de la poesía, que no debe olvidar el dolor del mundo de la época que nos atraviesa e interpela.

Ojalá aporte algún granito de arena en esa construcción. Ojalá, parafraseando a Borges, algún verso o párrafo mío sume al largo poema que la humanidad viene escribiendo desde Homero hasta hoy.





Presentamos una selección de poemas de Alfredo Lemon:



Roma, 1985


Hay una fiesta de disfraces en el mundo.

Mamíferos edípicos pactan la pasión entre el incesto y la sombra.

En prostíbulos y sacristías conviven santos y verdugos.

La conciencia erige su aquelarre.

La época impone sus fetiches:

Carnaval de Dios.


*


El pastor que fue amado por la luna


Luego de cuidar los rebaños,

me quedé dormido.


Era verano.


El roce de tu boca encendió la noche.

Iluminaste el momento con tu luz de cristal.


Quitaste el velo de mi sombra.

Conociste mi cuerpo y mi destino.


Besé tu paladar y los labios estallaron de saliva.

Bebí demorándome

tus lágrimas de leche.


*


El aliento de los ángeles


¿Qué sería de nosotros sin la sed del deseo,

el reposo del jinete, la angustia de la fugacidad?


Hijo del hambre, el hombre

carga al hombre sobre sus hombros.


Así suceden días de intemperie:

con gestos felinos a la hora del amor

y con gestos mendigos a la hora del otoño;

con la soberbia de un rey en el trono de su astucia

y la tristeza de un muñeco al sentirse vacío.


Todo es fantasía:

fiesta de langostas.

El poema es arena donde mueren los cisnes.


*


A orillas del Ganges, Benarés


He llegado hasta aquí río sagrado

a purgar mis deudas y errores


He venido a perdonarme

y poder perdonar


Abandono mis miedos y miserias

vergüenzas y venganzas


Quita la niebla de mis ojos,

ilumíname con la verdad que me asusta


He llegado hasta aquí ciudad de Buda

a bañarme en tus aguas sanadoras


Lávame y cúrame


Límpiame y libérame


Purifícame y seré salvo


*


Fake news


Sarcasmos, parodias, berrinches, chácharas.

A rodar la perinola y regodearse en el revoltijo.


Cuando la crueldad se concentra en una noticia

el odio se disfraza de humor

y se ríe a carcajadas de la buena fe.


La contemporaneidad líquida trajo la posverdad.

Los infundios confunden.

La maledicencia pulveriza la instancia en un segundo.


¡Cuánto aturdimiento en Babilonia!


La mentira esconde su cabeza de avestruz.

De tanta cáscara insípida no se obtendrá absolutamente nada.


Cualquier disparate cabe en un cucurucho.

Nadie se responsabiliza.


*


Vigilia en un viernes de invierno


Tres tomos de las obras completas de Freud sobre una silla

y una lámpara pequeña junto al fuego de la salamandra.


¿Cuánto se recuerdan los días?

Fui lo que fui.

Apenas.


La mente agita conjeturas, sortilegios.

Teje una filigrana de símbolos, heridas, ironías.


Las tribulaciones se ocultan en un baúl.

Desde el inconsciente las pulsiones movilizan sueños.


El olvido es un traspié de la memoria.

Un bosque de juguetes y una lata de galletas.


Fui lo que fui.

A penas.

Más de una vez quise huirme.


Saboreo con placer el pezón de un habano.


*


La noche oscura del ser contemporáneo


“Puede llegar un día en que la peste,

para desgracia y enseñanza de los hombres,

despierte a sus ratas y las mande a morir a una ciudad dichosa”

Albert Camus


Qué jóvenes morimos aquí, en las grandes urbes,

ciudades sitiadas de tinieblas y agonías,

zoológicos de gente / hogares jaulas / shoppings catedrales


Largos countrys donde brilla un bienestar aparente,

fiestas sin feeling,

mímicas sin glamour.


Muy jóvenes morimos aquí,

defraudados pujando por la ganancia injusta


en ambientes saturados de cemento y smog

sin música y sin familia


con la espalda curva y las manos llagadas

asfixiados de angustias y toxinas


Demasiado jóvenes morimos aquí,

apresurados en speedways que no van a ningún lado

saturados de orgías con cocaína y fast food


Muy jóvenes morimos aquí,

en blancos hospitales y anónimas camillas


asistidos con morfina o un revólver

cortinas tristes de una última butaca


Tan desamparado no podrás enfrentar la noche más agria

la noche más gris

la noche más noche

cuando todo tiembla.


*


2025


Bourbon y sushi para festejar el año viejo

Sí, un brindis porque sí querido corazón


Todavía nos sabemos, sentimos, respiramos

Dios dirá después


Sé que es esquiva la esencia del mundo

y las tribulaciones de la tribu opacan el devenir

pero quizás llegue algo nuevo, algún podría


Además: ¿qué es lo imposible?

¿Lo que no se ve?

¿Un dibujo de hielo en la arena de papel del sueño?


Vení entusiasmo:

te agarro de la mano y miro al cielo


Puntualizo el cómo no el qué

Dios dirá después


Cuentan que hasta un filósofo tan racional como Wittgenstein

rezaba antes de comenzar sus clases


La poesía es el éxtasis de los desamparados


Ganar/ perder: vanidades del bufón

Justicia falsa

Burla de un pekinés


Sólo la locura permite ver más


Todo amor es un privilegio

Dios dirá después


Ya falta menos


*


Metrónomo del cuore


Tic tac tic tac/ dinamita en el cofre del pecho

Gruta del grito y la zozobra

Barcaza saltimbanqui


Para qué, para quién, tanto ir y venir

Para qué para quién, subir, bajar, estarse rápido


Nadie nos dará nada por nunca


Olvidá la inmundicia del mundo y continuá

Aceptá con alegría el agobio

Silenciá tu queja

Curáte con aceite y miel

Reíte hasta enloquecer

Transformá tu miseria en misericordia

Escribí tu pasión inútil


Cada autor mentira una ficción que se parece a sí mismo

Fuera del poema siempre hay un dolor que atender:

el yo más profundo,

un terror que afrontar como se pueda


Tic tac tic tac…


Aplastá la cabeza de la cobra

Seguí cínicamente el juego

Buscá cobijo bajo el manto del Altísimo

Apostá infinito



*



Cuando soy poseído por la poesía


Carrozas azules

Carruajes rojos

Un gran espectáculo de luces


Un click en el cerebro

Un envión/ un vaivén/ una euforia


Damascos encendidos

Asombro y atención


A veces me siento aislado

como en un eclipse existencial

un jet lag / un dejá vu


Y otras, llega un torbellino

por donde asoma una visión

La perspectiva de algo

que en algún lugar sucederá…


¿Qué será lo querido por decir?

¿Urgencias que caen desde el ser al lenguaje?

¿Un salto hacia otro?


Comienza un suspenso


¿Es algo abstracto?

¿Físico?

¿De sentido?


No sé qué terminará siendo


Es un espacio latente

Un ir hacia una descripción o un relato


¡Rómpanse cerrojos que ocultan velos!


¡Apártense

sombras que impiden sincerarse!


Cortá-zar: ¡abrí las puertas para ir a jugar!


El poema es de muchos y ninguno

como una promesa de amor


Después de días no veo claro todavía


¿Acabó lo qué intenté?

¿Qué quedó de ese horizonte movido en fuga?


Repaso lo escrito

Corrigiendo/ apuesto a que mientras me lean permanezco


En zonas y cuestiones donde están mis placeres:

los tabacos/ los sombreros/ los licores

las pipas/ el narguile

los libros sagrados

los Salmos/ los Proverbios/ el Bhagavad Gita

los libros libres

Sócrates/ Eliot/ Nietzsche

Solari / Salzano /Schmidt


Y el box /el ai-ki-do/ la natación


San Marcos /San Javier /San Francisco

El piano /el violín/ la música de la luna

París/Grecia /Roma /la India

La Lisboa de Pessoa y de Bawden


Belleza y melancolía

Venecia y Salsipuedes


Reminiscencias/ abanicos

Veranos lejanos/ sábanas jóvenes


Un sinfín de impresiones

Pálpitos en redondeles…


¿Qué hago en medio de esta batahola?


Son momentos y sitios gozosos

Los reconozco

Se mueven sigilosos

Se desvanecen


Hey! ¡Estoy llamando tu atención!

¿Algún sordo me escucha?


No sé si los años acrecientan el interés por más cosas

No estoy seguro

Tampoco sé si se va acentuando el desapego


Más alto de la mitad en el final del sendero

cruzo un bosque con una lámpara pálida


No sé si hoy hay un futuro menos

Antes parecía haber bastante más


Entre nieblas y ciénagas

quién no quiere seguir siguiendo y nombrando


Quién no desea celebrar con palabras

la historia de la raza/ la pasión de la tierra


El misterio me cerca

y me rasguña la cara con su garra


Siempre es válida la sensibilidad


Las espinas biográficas aportan dramatismo

y asumidas traen purificación


Mirate

Alzá la cabeza y apuntá alto


Allí hay más aristas y collages

que los que sueña la filosofía


Raptos teóricos

Verdades como lapsus


El inconsciente se manifiesta

y esconde la cabeza como una tortuga


Minuto a minuto

la página se vuelve real


Después

los golpes del cincel mostrarán una imagen

Un dibujo cifrado en la piedra


Entonces:

Sentir es todo

Ser uno con lo demás


Y escribir

escribir


Decir algo de esa infinita riqueza alucinada

Y que pase lo que tenga que pasar


No esperar absolutamente nada

Y así de nuevo si sucede otra vez



ALFREDO LEMON. Nació en Córdoba, Argentina en 1960.  

Obra poética: "Eclipses, arritmias y paranoias" (1983); “Cuerpo amanecido”, (1988); “Humanidad hecha de palabras”, (1993); “Sobre el cristal del papel”, (2004);  "El pastor que fue amado por la luna" (2018); “23”, (2023)

Libro de ensayos: “El mono metafísico”, (1991). Premio Asociación de Escritores Argentinos


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