San Luis: una provincia donde se dan todos los bellos disturbios
- futuroseran
- 28 dic 2024
- 4 Min. de lectura
Diciembre de 2024
Marcia Castro estuvo en San Luis para ser testigo del Festival Todos los Bellos Disturbios y nos trajo esta crónica que compartimos.
Cuando llegué de tres días de pura poesía, donde primó la voz y el micrófono, el gin en los labios, el palabrerío de los bares, las luces de una ciudad casi desconocida y el glamour de saber que estábamos todos ahí en pos de un mismo propósito- y ése propósito era la poesía- éramos tan divinamente felices que apenas lo pude creer.
Creo que todo poeta precisa hacer alguna vez una gira poética. Soportamos durante mucho tiempo la tranquilidad acuciante de la rutina de los hombres y mujeres normales, sumidos como el resto en oficinas y en camisas a la moda. Asistimos al ritmo cronometrado de los acontecimientos como el pago de boletas, la compra del pan y media hora de running o caminar.
Pero siempre nos falta algo. Y eso es lo que buscamos cuando tenemos tiempo libre, es el bache de la agenda, es mirar al techo y descubrir un poema, comprender que nos gusta no saber a veces hacia dónde se dirige el cambio. Sabemos: mucho dinero para nosotros nunca es necesario- aunque no viene mal en un país como Argentina-. Lo básico vital y móvil de cualquiera, porque nos gustan los simples placeres, porque tenemos encima miles de lecturas, porque podemos contar historias y sacar la cámara y sino, sólo basta el papel y después darle forma en un taller.
No sé cuánto venía secretamente esperando por el momento en el que, libre de diversas opresiones, podría entregarme finalmente a la bohemia de los bares, a las discusiones estéticas, al humo del cigarrillo y a los rostros de otros desconocidos como yo.
Diez años de movimiento poético
Ocurrió en la provincia puntana, donde el movimiento poético se ha ganado las calles atravesadas por una luz, nubes y atardeceres increíbles. Desde hace más de diez años y en épocas donde en San Luis todo era en blanco y negro, empezó a crecer el color en Bibliotecas Municipales, bares como Say No More, Casa Mollo, esquinas citadinas al aire libre y mucho más. El color poético lo trajeron Marco Freytes y su compañía que fue ampliándose con el correr de los años.
“El público nos legitimó” se animó a contarme Freytes sobre la movida. Ahora ya hay todo un espacio creado para editoriales independientes, escritos de diversos géneros, música y un clima de camaradería.
Así llegaron desde diversos puntos del país músicos y poetas: de Rosario, Santa Fe llegó Pablo Comas, músico que impregna sus composiciones con los aires del rock único de Fito Páez. Lo esperamos en la Terminal de San Luis, su micro llegó a las cuatro y media de la mañana. Con él llegó la música y el amanecer, los pájaros y la promesa del amor que todos esperan.
Artistas como Guillermo Mazzola, escritores histriónicos como , y la presencia de editoriales como Perniciosa Ediciones y Daruma Libros conforman el abanico básico con el que es fácil recrear y ventilar las tardes y noches de San Luis.
Todos los bellos disturbios: un festival autogestivo
El viernes fue el día del Festival Todos los Bellos Disturbios. Leyeron más de treinta poetas, el espacio se colmó de oyentes y amantes de la palabra. Esculturas en madera, instalaciones artísticas en el espacio del bar llamado “La Esquina” hacían a la atmósfera.
Escritos sobre el amor trunco y las ilusiones de una tal Reina de Corazones; Desireé Blair, la voz rubí- bella y peligrosa- de Paola Suárez y sus vestidos indie, el tono de voz provinciano asemejable a zonas de Córdoba de muchos, el Megahit de Guillermo Mazzola, poetas que no precisan micrófono como Tatorres, la crítica y denuncia a la violencia del capital que cuenta Rodrigo Velázquez, el humor ácido de Horacio Fiebel directo desde La Plata. Poemas, poemas y poemas, para recrear, para dirigir el paso, para repensar, expulsar y pintar.
Como poetas a veces no sabemos adónde vamos pero sí quiénes somos y esa identidad tímida a veces, fuerte como el mar otras, bastante punk y beat y zurda en ocasiones crece en nosotros y se presenta nuevamente como una forma de resistencia y de vida. Porque vivimos y fuimos felices en esos tres días.

San Luis: tierra oportuna para vientos frescos y poetas
Hay una base para que crezca el movimiento poético en San Luis, lejos de las burocracias, lejos de la mirada provinciana nefasta que niega y que privilegia lo plástico, lo rentable y lo que acumula views. Hay forma de buscar sponsors, hay libros que se venden, hay un público que espera.
No hay que subestimar la felicidad de los espacios donde las conexiones se dan cuadra a cuadra y todo se vuelve más simple y real. En Mendoza esto se ve truncado a veces. ¿Porque es un territorio más grande, porque hay que llenar formularios para todo, porque la mirada del conservadurismo acecha y lo impregna todo de un desaire? Hay poetas que la pelean en Mendoza. Más que pelearla, habría que vivirla. Aunque parezca imposible, y nuestros oídos estén abiertos a las injusticias de un sistema que nos exprime como jugo de naranja.
Y si no se puede, hay un patio extendido de juegos donde podés encontrar a otros con las mismas inquietudes. Es en San Luis, con un gin en la mano y tus poemas en la otra.
Marcia Castro
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