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futuroseran

Cuatro poetas nacidas en los ´80


Presentación


Las cuatro poetas presentadas en este pequeño dossier comparten más que haber nacido en la década del ´80 del siglo XX. El agrupamiento generacional sirve para ubicar pero siempre se completa con otros datos. Cuatro poetas que son parte de un momento de expansión de la poesía en Mendoza, un reavivamiento de la escena poética que viene por lo menos desde 2015 con lecturas en distintos espacios públicos y que ha decantando no sólo en la publicación de sus propias obras sino que son protagonistas de la creación de nuevos espacios para la poesía escrita en el centro oeste del país. Laura Martín Osorio tuvo sus comienzos en el teatro y al mismo tiempo que escribía sus poemas se propuso, junto a otras compañeras, llevar adelante la editorial Sombrero Azul para las infancias. Este proyecto tiene la intención de dar un paso adelante en democratizar el acceso a este tipo de literatura a través de la circulación de libros y la revista Pan y Queso no sólo en librerías sino visitando barrios, escuelas. En esta misma revista publicamos una entrevista que pueden buscar en la sección Tres Preguntas. La obra de Laura Martín ha sido premiada en la provincia y en el resto del país. Por su lado, Marinés Scelta y Victoria Urquiza forman parte del Colectivo Write like a girl! (integrado además por Noelia Agüero, Constanza Correa Lust y Leticia Brondo) cuyo aporte fundamental a este momento histórico es contribuir a poner sobre la mesa la cuestión de la creación y escritura colectiva, algo muy caro a la reflexión estética de las mujeres. Esa experiencia dio como resultado la publicación colectiva de la novela Y yo que me creía tan libre. Scelta y Urquiza, cada una por su lado y en colaboración, dictan talleres de lectura y escritura. Además, Victoria Urquiza tiene un camino recorrido generando espacios para la aparición y la circulación de voces nuevas (ejemplo de eso fue el Ciclo de Arte Oídos aturdidos por palabras jóvenes). Finalmente, Melissa Carrasco poeta nacida en Chile lleva adelante una tarea incansable. En los comienzos fue el colectivo Indeseables (que con cambios de integrantes se mantiene hasta hoy), luego en 2017 puso en pie Fractura Ediciones, editorial independiente que lleva publicados una veintena de títulos entre la serie Jardín de agua y distintas antologías. Con fuerte impronta colectiva desde sus inicios, forma parte de Colectiva PAP (Poetas Apátridas Pasajeras) junto a Vera Jereb, Sandra Flores Ruminot y Victoria Urquiza, quienes en 2021 publicaron Error 404, y fue parte de la organización del Contrafestival Internacional de Literatura y otras artes (de la que fueron parte el Colectivo WLG y otras poetas). Urquiza, Carrasco y Martín Osorio integraron la antología Cuerpos Urgentes de la Colectiva Escritorxs por la IVE Mendoza.

Cuatro poetas, cuatro obras en proceso y con poéticas reconocibles. Melissa Carrasco y la fuerza del desborde verbal reflexivo y doloroso, Laura Martín Osorio y su verso preciso hundido en la historia familiar, Victoria Urquiza y la intensidad de imágenes que sobrevuelan el amor, Marinés Scelta y el desgarro sobrio de la existencia.



Sergio Morán









Laura Martín Osorio


Inéditos


Frecuencia cardíaca alta


Me compré una calza

y un corpiño deportivo;

la calza es corta,

el corpiño me ajusta.

Cancelé por anticipado la cuota

del gym

para empezar en marzo.

La profesora se enfermó.

No fui.

Me anoté en un taller de cocina mediterránea,

por una amiga que quería sorprender

a su suegra.

Ella no fue,

yo sí:

la alacena huele a botarga.

Encontré una carta de mi abuela

en la que decía

que mi abuelo

no era mi abuelo,

que mi abuelo

era otro.

Salí a correr,

toda la tarde.

Volví.

Me corté el pelo,

cortito.

Me desmayé:

la niña que era

me besa en la mejilla

y me tiende su mano

me muestra un castillo de arena,

sale corriendo,

va vestida como yo

de azul

y cerezas.


****


Full time


¿Cuánto vale tu brazo derecho?

Ponele precio, pero pensalo bien.

¿Y tus piernas? ¿Hay 2x1?

¿Tu cabeza? ¿El cerebro? ¿Tu pecho?

Decime un número.

Calculá los años de uso,

las roturas,

las operaciones,

las cicatrices.

¿Análisis periódicos?

¿Medicación? ¿Desde qué fecha?

¿Embarazos? ¿Pérdidas?

¿Respirás, suspirás, tiritás?

Quien trabaja a tiempo completo

debería poder decir

cuánto.



****



como mi madre

cada día me parezco un poco más

a mi madre

en el gesto

la aceptación

repto entre los muros

de esta celda luminosa que es mi casa

rabiosa

contenida

escucho a mi yo de los treinta

alentando a mi madre a romper los barrotes

a huir

me escucho

(autoayuda en una frase)

y continúo la rutina con un libro en la mano

entre la computadora y el lavarropas

cada día me parezco un poco más

a mi madre

pero yo no canto

no tejo

no sueño

no deseo

no siento la piel erizada



****



Ad honorem


Vas a tomar ese puesto de trabajo

vas a dar lo mejor

no vas a dormir por las noches

ni a descansar los fines de semana

no vas a percibir salario por esa tarea

te dará prestigio hará que la gente te mire bien.

Vas a subirte a la cinta

a hacer la coreografía

de la cuota de la casa el seguro del auto

las expensas las compras la boleta del gas.

Vas a bailar dando pasos maníacos

de una institución a otra

de una institución a otra

de una institución a otra

por dos pesos

mirada perdida.

Vas a sostener el ritmo a fuerza de pisoteo

con los dientes apretados

el nudo en el estómago.

Lo vas a hacer porque el curriculum

porque la academia porque el biribiri.

Vas a hacer una pausa aunque la música siga sonando

vas a dar un paso al costado

respirando con dificultad.

Vas a salir

por la izquierda

(nadie lo notará).



****



De: Por la cañada del arroyo seco (Fractura ediciones 2022)



XIV


Somos el después de la tierra arada

las ramas desnudas del invierno

el humo que mitiga el frío.

Somos los campos sembrados

los rayos de sol en danza

las nubes grises que se llevan todo.

Somos las horas al lado de una cama

los platos calientes

los tomates envasados.

Somos una trenza cosida

una trenza espina de pez

una trenza tiara.

Somos lanas, papeles

agujas y tintas.



Laura Martín Osorio (Valle de Uco, Mendoza, 5 de abril de 1982) es Profesora de Grado Universitario en Lengua y Literatura por la UNCuyo, Diplomada en Estudios de Género y Movimientos Feministas por la UBA, Magíster en Culturas y Literaturas Comparadas de la UNC y Especialista enLengua y Cultura Italianas de la USAL. En 2023, inicia el Doctorado en Letras de la UNCuyo con un proyecto de Literatura Comparada, que revisa la obra poética para las infancias de Gianni Rodari y María Elena Walsh.

Se desempeña como docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo en la cátedra Literatura de Lengua Italiana, también da clases de idioma italiano en la Scuola Dante Alighieri di Mendoza. Ha trabajado durante siete años en las materias Literatura para niños y jóvenes y Literatura Juvenil en el Nivel

Superior, actualmente ofrece talleres de LIJ. Trabaja en la Editorial Sombrero azul y en la Revista Pan y queso, dedicadas a la literatura para las infancias.

Actúa en el espectáculo teatral Bombos y poetas.

Es escritora, ha editado dos plaquettes con poesías de su autoría: animala y días en rojo (2019). De forma colectiva, ha publicado en el fanzine Inventarcimiento. Fragmentos para mirar; la plaquette Todas íbamos a ser tenistas; en los libros Cuerpos urgentes y Poemas por el agua. También ha publicado poesías para las infancias en la antología Un abecedari rimalimonari (Rima limón, 2020); en 2021, publicó su primer libro Bombos y poetas (Mendoza, Rima limón). Es co-autora de Asterisco (Editorial Sombrero azul, 2021), fanzines con poesías para las infancias. En 2022, publicó su libro de poesías Por la cañada del arroyo seco (Mendoza, Fractura ediciones). En abril de 2023, libera el fanzine de poesía ilustrada para las infancias Cuatro estaciones en Lago Belino y, en agosto, presenta un nuevo libro de poesía para las infancias Desde mi ventana (Mendoza, Editorial Sombrero azul).

Fue parte del jurado del Certamen Literario Vendimia 2022 en la Categoría Infanto-Juvenil y del Certamen Letras Jóvenes organizado por la Municipalidad de Godoy Cruz 2023. Obtuvo el Primer lugar en el Premio Tejeda 2022 de laMunicipalidad de Córdoba junto a Cintia Gassmann por el álbum ilustrado para las infancias La niña de las cañerías (Editorial Municipal, octubre de 2023), recientemente presentado en la Feria del Libro de Córdoba.




Victoria Urquiza


Selección de poemas inéditos


Y OTRA VEZ PRIMAVERA


I

¿Sabés?

cada septiembre

el cuerpo desnuda el recorrido de la sal

arenosa la piel se desprende

y el tacto se vuelve áspero de golpe

sobre el invierno quedarán las culpas

lo mismo qué una cáscara

me digo


II

yo olvido

tarde o temprano

olvido

hay un ruido artificial de las palabras dichas con desgano

son como partículas a contraluz de una ventana

afuera el viento caliente

tiene la insistencia del maullido


III

quise darte el secreto que las mariposas llevan en sus alas al migrar

pero vos

tuviste por cierto el dolor y ahí te quedaste

como si no hubieras sabido que

del dolor venimos

que nos alumbra el dolor


IV

¿De qué primavera huíste?

Pronto caerá la lluvia

el agua siempre abre su cauce

Dejá que vuelva moldeable

la tierra.


V

Buscaste claridad

como quien busca en la arena

la huella del viento

Pero el dibujo siempre cambia

como el deseo


***



MEDEA


Toma de mí

el amargo recuerdo del futuro

los campos secos de las visiones

la lluvia ácida

ya no podrás cerrar los ojos

sin que ardan tus pupilas

Tapa las ventanas

el sol ha muerto en las habitaciones

Sobre mi pecho

cada mañana se ahogan los peces del verano

Tendré el valor

todo será hecho

como se debe

Es lo único que puedo darte.


***


SÍSIFO


No hay tiempo que perder en este mundo

embellecido por su fin tan próximo.

Enrique Lihn


Leí un poema

que hablaba de un poema

que hablaba de la belleza

y del fin

mejor dicho

del fin embelleciendo

la finitud de los días

la conciencia

de poder decir

así te quise y eso fue todo

está es la última vez que mire con estos ojos

que pronto serán otros

estas cosas

que pronto serán otras.

mañana habrá muerto sobre el mundo

todo lo que hemos conocido

mañana diré de nuevo

esta es la última vez que mire con estos ojos...


***



De la serie SUEÑOS


Sueño con el mar

hay un muelle roto

musgo en las rocas cercanas

restos de caracoles una pluma de gaviota que traigo como trofeo

ningún castillo de arena ningún hombre ninguna mujer

una luz en el horizonte me encandila

los ojos se cierran heridos por esa luminosidad lechosa


Así se siente mirar la inmensidad



Victoria Urquiza. Profesora en Lengua y Literatura, forma parte de la colectiva P.A.P y del Colectivo Write like a girl. Participó del grupo-taller Más allá de las palabras .Coordinó, en compañía de Ivana Carrizo, el taller para adolescentes Frankenstein. Fue organizadora del ciclo de arte joven Oídos aturdidos por palabras jóvenes , espacio destinado a chicxs entre 15 y 21 años. Además, junto con Laura Martín llevó a cabo el proyecto Literatura Zombie para la difusión de literatura por medios no convencionales. Ha publicado en revistas digitales y en algunas antologías. Es autora de Luna en Escorpio (Ed. Caleta Olivia, 2018), Darse cuenta (Payana Ediciones, 2022) y de las plaquetas autoeditadas Registros, Puedo ponerme ñoña y decir, Abecedario de la pérdida y Paraíso perdido. Actualmente, facilita el taller Todas las puertas son para salir y, junto a Marinés Scelta, el taller Caja de herramientas.






Marinés Scelta


Árbol


Árbol lastimado

por el sable de un peregrino errante

semejante a este hilo que nos atraviesa

por la sangre que se cuece

no esperés que el amor

sea dado sin violencia.

Árbol de la cornisa

entre el bien y el mal

macabro y pueril

hijo de la sombra que dejo en lo que escribo

solías cautivarme con una música de hojas tersas

vigilabas con los ojos del viento

oscuro y verdadero

hombre y mujer

devoto frente a mi casa.

Cuando lograste invadirme

me escondí entre las cajitas apiladas del dolor

despegué frenética

las fotos en la pared que coleccioné para recordarme

oculté los candelabros que alumbraban el abandono

pero vos me entraste en la piel y me robaste el sueño.

Ahora

sos en mí

y ningún niño ya puede mirarte sin verme

tras el crujido de una puerta que se cierra

para nunca volverse a abrir.

Árbol agrietado

ya no hay brote que no nazca de mi cuerpo

ni rama que no sostenga el instante

en el que se adormece el miedo

sólo otoños para el rostro que me reflejás

y soy yo

y sigo desapareciendo.


De Saber lo que se pierde, Ed. Peces de Ciudad, Buenos Aires, 2016



****


Esta tierra


Esta tierra de lobos

persigue en su vientre estéril de corderos

una tos ronca de niebla y pestilencia

somete a sus hembras a la tortura de la quietud

guarda con celo rancios paraísos

oculta las escamas que le crecen en la espalda

entierra a sus crías en la vergüenza de un saco.

Nada más que una plaga de langostas en la arena de la tarde

busca la explicación en esos vástagos

que deben morir desde lo alto de las montañas

a merced de un viento áspero

para este páramo de reptiles.

Como una migración de palomas en regreso del viento

un mar de jugo ardiente marca el cambio del calendario

en la vigilia a sus presas antes de nacer

no inventa nombres para la muerte

de las manadas cada sequía.

Es allí donde deberíamos buscar el galope salvaje

estirpe de guerreros que nacen solo para cazar

en el único pliegue necesario para el vuelo

ese solo rayo antes del trueno

ese solo día a esa sola hora

donde esta tierra

saqueada por el paso ceniciento de elefantes

se agazapa tigre y espera

bajo el intolerante plumaje disfraz

la quemadura de su boca de abismo.


De Cómo decir (en este mundo solo con estas palabras). Compilación de Patricia Bence Castilla, Ed. Ruinas Circulares, Buenos Aires, 2017



****



Higuera


El fruto verde cayó del árbol

y probamos ansiosos antes de tiempo

hicimos un hogar dentro de esa breva marchita

¿te acordás? vimos la tarde juntos y sonreíste

ojos cerrados medimos tu huella sobre la mía

tan idénticas

una vez

insistimos en saber

que no es la pena lo real siempre inalcanzable

fue lo no dicho

un recuerdo que se alejaba sin más

con la despreocupación de las segundas oportunidades

fue el espacio cada vez más ancho entre los dos

algo confundido con el alivio

grité pero no ibas a escuchar

y la noche ya no alcanzó para traerte

de nuevo algo de día

el viento empujó el rumor de tus palabras pero fue engaño

a quién escucho ahora, no me dejés adivinar

antes fue el canto de los benteveos

ahora es eco de esos tiempos por venir

aceptamos la marca de la pena

le pusimos una voz por si quisiera explicar

sabíamos que no pasa sin dejar herida

pero la desafiamos

qué tan profunda podía a ser de todos modos

si las palabras se deslizaron

por la inclinación o el néctar de lo imperfecto

un gusto rugoso para el engaño

la esperanza pendió pesada de una rama

en un tamaño por demás inadecuado.


De Poesías del Estero, selección y prólogo a cargo de Silvio Mattoni, Ed. BellasAlas, Santiago del Estero, Argentina, 2021



****


cada año


Cada año volvimos a la montaña, más allá de

eso, nunca. Te conté cómo era cruzar el límite, ver

cómo la vegetación disminuye de tamaño y deja

que lo inhóspito cubra todo. Que del otro lado pue-

de crecer la hierba, y se parece a esa película del res-

cate, y que sí, hay caballos, libres, cómo es que pueden

correr libres, fue tu deseo.

Te gustaba sentir ese viento en la cara, no necesi-

to verte de otra manera, no voy a cubrirme el sol ahora,

sentenciaste. Era frío incluso en verano, y yo en-

tendí el paisaje cuando lo dibujaste en el suelo: una

vara y un rectángulo sobre la tierra que yo antes ha-

bía medido sola. El ritual de juntar leña, atravesar

las cortaderas para buscar mejores troncos, solo el

ruido del agua sobre meandros de deshielo, acá nos

vamos a quedar un día.

La primera vez, viste por el reflejo del retrovisor

el blanco, y me preguntaste cómo podía vivir sin

ese corte en el horizonte. Vos podías imaginarnos

sembrando la tierra allí mismo, todo podía seguir

creciendo a pesar de lo que yo pensaba, que en eso

deberíamos coincidir, entendías, después de la

montaña, por qué yo no necesitaba decir tanto: ese

páramo que soy y antes fue desidia, como marca de

nacimiento, estaba en mí, adonde fuéramos.


De: Otros territorios posibles, el andamio edicones, 2021



Marinés Scelta nació en Mendoza, Argentina, en 1984. Es profesora de Lengua y Literatura y tallerista en “La raíz en la roca”. Forma parte del colectivo literario y feminista Write like a girl, cuyo objetivo es investigar y difundir la literatura hecha por mujeres y disidencias, y la creación colectiva. Publicó Saber lo que se pierde (Ed. Peces de Ciudad, Buenos Aires, 2016) y Otros territorios posibles (Ed. Elandamio, San Juan, 2021). Participa, además, en el programa radial Restos Diurnos que se emite por UTN de Córdoba, con la columna Los ritos, sobre poesía contemporánea. Recibió en 2022 la Mención de Honor del Premio “Ana María Iza” (Encuentro Paralelo Cero, Ecuador) por su libro Así ha de ser la ausencia.





Melissa Carrasco



De Las Plantas:


las últimas horas

yo voy dibujando casas por el camino

tengo los nervios duros

la boca hecha pasta

cinco lápices en cada mano

tú quieres casas en el papel

una casa de una puerta

y cuatro ventanas como la mía

ofrece cuatro modos de beber el día

solo uno de vivirlo

una casa sin puertas

y sin ventanas es el mundo

creo que en algún momento que no recordamos

hemos entrado a esta casa

y ya se nos hizo imposible salir

una casa, dos puertas, sin ventanas

es donde pasan sus últimas horas las plantas

ajenas de todo impulso, de toda aspiración

lugar donde transitan

los enfermeros que las atienden

quienes al salir sirven a la vida

y al entrar rinden culto a la muerte



***



Moscas



1

todos tenían derecho

a hurgar en sus narices

perseguir gallinas

mirar cómo corrían descabezadas

como quien va a la hípica

patear la perra y la vaca

mezclar

el sabor de la leche

con frutas del camino

ignorar

cuántos días pasan

como animales secretos

en el bosque


2

hemos olvidado la oración de todos los días

una triste certeza ha tomado lugar

entre una ceja y otra

la negación del futuro

nuestros padres miraron dentro

de la herida abierta

esto es morder la fruta

y mirar desde lejos

mientras las moscas

no hubo tarde en que el carozo

no mostrase sus estrías

ventana adentro, oscurecía

la desnudez era desértica

acto rotundo sin escenario

desafío cosmogónico

de salto al vacío



***



De La teta negada


Perder es adictivo.

Un hambre que excede lo continental.

Quiero hacer de mí una multinacional

que carcoma el universo. Rumiarlo años

y expulsarlo ordenadamente. Instalarlo

menos decolorado.

Fabricaré la tierra

del después. Entonces nutrirlo con jeringa.

Aquí regenerar pulmones. Allá hidratar al riñón

y curar el reuma de sus ciclovías

en el extremo

                     corazoncitos

                                         beberán de mis rodillas

el flujo de su circuito.

Develaré los senos para la sed de mi jauría.



***



No vine a contar pasos de astros

por agujeros sin tiempo. Vine

a contar las pelusas que condecoran

mi chaleco. No vine a hacer las paces

entre mi primera hora y la alegría

de vivir. Vine a hermanar migas reunidas

y dispersas en un solo muñequito de borrar.

No vine a cambiar de ánimo a pájaros inoportunos.

Vine a resucitar lechugas en aguas de fe.

No vine a beber el óleo sacro

de médulas místicas. Vine a apretar el fruto y sorber

por estos codos su derrame. No vine a tantear terreno

para la siembra de asteroides. Vine a revolcarme

entre matas de cebolla antes de eclipsar mi fiesta.

No vine.



***



Mi piel es la última barrera.

Alguien toca el timbre, suceso

que trae una calma de secuestro.

Toda puerta nueva es susceptible a la acción.

Los niños reirán siempre. Los vivos también.

Mi piel es la última barrera y mientras el trajín

humedece su frente por mi acera, tengo peso de maquinaria

antigua, pisapapeles sobre la cama, tengo conciencia de bosque

blando y orquesta. Tras el umbral

pierde sentido toda intimidad. Sonreímos

y ese es el tajo que decidimos no abrir en otros, tragamos

y con la lengua limpiamos sus bordes. Decimos buenos días

para no herir a los pájaros. Cruzamos en rojo con fe

en nuestro despegue y en un colapso que durará dos horas.

Mi piel es última barrera para inculpar a la humanidad

para saquear sangre de sus iglesias y beber oro de sus

/canaletas.

Mi piel es última barrera para florearme y vender mis edemas

reincidir en gula y lucidez. Para robar los aguinaldos

/que el jefe ya robó

y despedir este año como se despide al empleado - ahora

nada es tu nombre - con la plata, incendio y botellas de vino:

la última cena de los desempleados.

Mi piel es la última barrera, con ella haré jirones, con jirones

/trenzas una liana pensada para ingesta excesiva de frutas

/selváticas

y su fumigación aroma tradicional sobre cada héroe de la

/ciudad.

Mi piel es la última barrera. Estamparé nudillos en paredes

/de fracaso hasta intimar contacto. Colgaré puños como cartas

/cerradas.

Mi piel es la última barrera, maquinaria de barquito enterrado

/en el jardín.

Cada hebra de césped se erguirá rabiosa aguantando un secreto

/toda estación del año.



Melissa Carrasco. Poeta chilena residente en Mendoza, Argentina. Editora. Tallerista. Prof. en Lengua y Literatura. Lic. en Educación.

Ha publicado: “Las Plantas” (2016, edición de autora y 2020 por Dendro Ediciones, Perú), “La teta negada” (2019, Ediciones Culturales Mendoza, y 2020 por Fractura Ediciones), “La última cena de los desempleados” (2020, Histeria Editorial, Valparaíso, Chile), Por qué matar la poesía (2023, Ediciones en Danza) y en antologías como “Error 404” (2021, Colectiva PAP, por Fractura Ediciones).

Ha participado con poesía y performance en distintos festivales de poesía en Argentina y Chile.

Recibe mención honorífica en el Certamen Vendimia de Poesía de Mendoza 2018 por su libro La teta negada y Beca Formadores del FNA 2019, 2021 y Beca Creación del FNA 2022 para investigación sobre hibridez literaria. En 2023 recibe el Fondo Provincial de las Artes- Mendoza para la puesta en escena de la obra teatral "Cariño Malo", junto a Sandra Flores Ruminot y Nicolás Perrone.

Trabaja en el movimiento cultural Indeseables/ Poesía Itinerante y es editora en Fractura Ediciones, editorial independiente. Participa de Colectiva PAP (Poetas Apátridas Pasajeras) y es parte de la organización del Contrafestival Internacional de literatura y otras artes. Colabora desde la gestión cultural en la Asamblea de Trabajadorxs de la literatura - Mendoza.


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