Cuatro poetas nacidas en los ´80
- futuroseran
- 30 mar 2024
- 15 Min. de lectura
Presentación
Las cuatro poetas presentadas en este pequeño dossier comparten más que haber nacido en la década del ´80 del siglo XX. El agrupamiento generacional sirve para ubicar pero siempre se completa con otros datos. Cuatro poetas que son parte de un momento de expansión de la poesía en Mendoza, un reavivamiento de la escena poética que viene por lo menos desde 2015 con lecturas en distintos espacios públicos y que ha decantando no sólo en la publicación de sus propias obras sino que son protagonistas de la creación de nuevos espacios para la poesía escrita en el centro oeste del país. Laura Martín Osorio tuvo sus comienzos en el teatro y al mismo tiempo que escribía sus poemas se propuso, junto a otras compañeras, llevar adelante la editorial Sombrero Azul para las infancias. Este proyecto tiene la intención de dar un paso adelante en democratizar el acceso a este tipo de literatura a través de la circulación de libros y la revista Pan y Queso no sólo en librerías sino visitando barrios, escuelas. En esta misma revista publicamos una entrevista que pueden buscar en la sección Tres Preguntas. La obra de Laura Martín ha sido premiada en la provincia y en el resto del país. Por su lado, Marinés Scelta y Victoria Urquiza forman parte del Colectivo Write like a girl! (integrado además por Noelia Agüero, Constanza Correa Lust y Leticia Brondo) cuyo aporte fundamental a este momento histórico es contribuir a poner sobre la mesa la cuestión de la creación y escritura colectiva, algo muy caro a la reflexión estética de las mujeres. Esa experiencia dio como resultado la publicación colectiva de la novela Y yo que me creía tan libre. Scelta y Urquiza, cada una por su lado y en colaboración, dictan talleres de lectura y escritura. Además, Victoria Urquiza tiene un camino recorrido generando espacios para la aparición y la circulación de voces nuevas (ejemplo de eso fue el Ciclo de Arte Oídos aturdidos por palabras jóvenes). Finalmente, Melissa Carrasco poeta nacida en Chile lleva adelante una tarea incansable. En los comienzos fue el colectivo Indeseables (que con cambios de integrantes se mantiene hasta hoy), luego en 2017 puso en pie Fractura Ediciones, editorial independiente que lleva publicados una veintena de títulos entre la serie Jardín de agua y distintas antologías. Con fuerte impronta colectiva desde sus inicios, forma parte de Colectiva PAP (Poetas Apátridas Pasajeras) junto a Vera Jereb, Sandra Flores Ruminot y Victoria Urquiza, quienes en 2021 publicaron Error 404, y fue parte de la organización del Contrafestival Internacional de Literatura y otras artes (de la que fueron parte el Colectivo WLG y otras poetas). Urquiza, Carrasco y Martín Osorio integraron la antología Cuerpos Urgentes de la Colectiva Escritorxs por la IVE Mendoza.
Cuatro poetas, cuatro obras en proceso y con poéticas reconocibles. Melissa Carrasco y la fuerza del desborde verbal reflexivo y doloroso, Laura Martín Osorio y su verso preciso hundido en la historia familiar, Victoria Urquiza y la intensidad de imágenes que sobrevuelan el amor, Marinés Scelta y el desgarro sobrio de la existencia.
Sergio Morán

Laura Martín Osorio
Inéditos
Frecuencia cardíaca alta
Me compré una calza
y un corpiño deportivo;
la calza es corta,
el corpiño me ajusta.
Cancelé por anticipado la cuota
del gym
para empezar en marzo.
La profesora se enfermó.
No fui.
Me anoté en un taller de cocina mediterránea,
por una amiga que quería sorprender
a su suegra.
Ella no fue,
yo sí:
la alacena huele a botarga.
Encontré una carta de mi abuela
en la que decía
que mi abuelo
no era mi abuelo,
que mi abuelo
era otro.
Salí a correr,
toda la tarde.
Volví.
Me corté el pelo,
cortito.
Me desmayé:
la niña que era
me besa en la mejilla
y me tiende su mano
me muestra un castillo de arena,
sale corriendo,
va vestida como yo
de azul
y cerezas.
****
Full time
¿Cuánto vale tu brazo derecho?
Ponele precio, pero pensalo bien.
¿Y tus piernas? ¿Hay 2x1?
¿Tu cabeza? ¿El cerebro? ¿Tu pecho?
Decime un número.
Calculá los años de uso,
las roturas,
las operaciones,
las cicatrices.
¿Análisis periódicos?
¿Medicación? ¿Desde qué fecha?
¿Embarazos? ¿Pérdidas?
¿Respirás, suspirás, tiritás?
Quien trabaja a tiempo completo
debería poder decir
cuánto.
****
como mi madre
cada día me parezco un poco más
a mi madre
en el gesto
la aceptación
repto entre los muros
de esta celda luminosa que es mi casa
rabiosa
contenida
escucho a mi yo de los treinta
alentando a mi madre a romper los barrotes
a huir
me escucho
(autoayuda en una frase)
y continúo la rutina con un libro en la mano
entre la computadora y el lavarropas
cada día me parezco un poco más
a mi madre
pero yo no canto
no tejo
no sueño
no deseo
no siento la piel erizada
****
Ad honorem
Vas a tomar ese puesto de trabajo
vas a dar lo mejor
no vas a dormir por las noches
ni a descansar los fines de semana
no vas a percibir salario por esa tarea
te dará prestigio hará que la gente te mire bien.
Vas a subirte a la cinta
a hacer la coreografía
de la cuota de la casa el seguro del auto
las expensas las compras la boleta del gas.
Vas a bailar dando pasos maníacos
de una institución a otra
de una institución a otra
de una institución a otra
por dos pesos
mirada perdida.
Vas a sostener el ritmo a fuerza de pisoteo
con los dientes apretados
el nudo en el estómago.
Lo vas a hacer porque el curriculum
porque la academia porque el biribiri.
Vas a hacer una pausa aunque la música siga sonando
vas a dar un paso al costado
respirando con dificultad.
Vas a salir
por la izquierda
(nadie lo notará).
****
De: Por la cañada del arroyo seco (Fractura ediciones 2022)
XIV
Somos el después de la tierra arada
las ramas desnudas del invierno
el humo que mitiga el frío.
Somos los campos sembrados
los rayos de sol en danza
las nubes grises que se llevan todo.
Somos las horas al lado de una cama
los platos calientes
los tomates envasados.
Somos una trenza cosida
una trenza espina de pez
una trenza tiara.
Somos lanas, papeles
agujas y tintas.
Laura Martín Osorio (Valle de Uco, Mendoza, 5 de abril de 1982) es Profesora de Grado Universitario en Lengua y Literatura por la UNCuyo, Diplomada en Estudios de Género y Movimientos Feministas por la UBA, Magíster en Culturas y Literaturas Comparadas de la UNC y Especialista enLengua y Cultura Italianas de la USAL. En 2023, inicia el Doctorado en Letras de la UNCuyo con un proyecto de Literatura Comparada, que revisa la obra poética para las infancias de Gianni Rodari y María Elena Walsh.
Se desempeña como docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo en la cátedra Literatura de Lengua Italiana, también da clases de idioma italiano en la Scuola Dante Alighieri di Mendoza. Ha trabajado durante siete años en las materias Literatura para niños y jóvenes y Literatura Juvenil en el Nivel
Superior, actualmente ofrece talleres de LIJ. Trabaja en la Editorial Sombrero azul y en la Revista Pan y queso, dedicadas a la literatura para las infancias.
Actúa en el espectáculo teatral Bombos y poetas.
Es escritora, ha editado dos plaquettes con poesías de su autoría: animala y días en rojo (2019). De forma colectiva, ha publicado en el fanzine Inventarcimiento. Fragmentos para mirar; la plaquette Todas íbamos a ser tenistas; en los libros Cuerpos urgentes y Poemas por el agua. También ha publicado poesías para las infancias en la antología Un abecedari rimalimonari (Rima limón, 2020); en 2021, publicó su primer libro Bombos y poetas (Mendoza, Rima limón). Es co-autora de Asterisco (Editorial Sombrero azul, 2021), fanzines con poesías para las infancias. En 2022, publicó su libro de poesías Por la cañada del arroyo seco (Mendoza, Fractura ediciones). En abril de 2023, libera el fanzine de poesía ilustrada para las infancias Cuatro estaciones en Lago Belino y, en agosto, presenta un nuevo libro de poesía para las infancias Desde mi ventana (Mendoza, Editorial Sombrero azul).
Fue parte del jurado del Certamen Literario Vendimia 2022 en la Categoría Infanto-Juvenil y del Certamen Letras Jóvenes organizado por la Municipalidad de Godoy Cruz 2023. Obtuvo el Primer lugar en el Premio Tejeda 2022 de laMunicipalidad de Córdoba junto a Cintia Gassmann por el álbum ilustrado para las infancias La niña de las cañerías (Editorial Municipal, octubre de 2023), recientemente presentado en la Feria del Libro de Córdoba.
Victoria Urquiza
Selección de poemas inéditos
Y OTRA VEZ PRIMAVERA
I
¿Sabés?
cada septiembre
el cuerpo desnuda el recorrido de la sal
arenosa la piel se desprende
y el tacto se vuelve áspero de golpe
sobre el invierno quedarán las culpas
lo mismo qué una cáscara
me digo
II
yo olvido
tarde o temprano
olvido
hay un ruido artificial de las palabras dichas con desgano
son como partículas a contraluz de una ventana
afuera el viento caliente
tiene la insistencia del maullido
III
quise darte el secreto que las mariposas llevan en sus alas al migrar
pero vos
tuviste por cierto el dolor y ahí te quedaste
como si no hubieras sabido que
del dolor venimos
que nos alumbra el dolor
IV
¿De qué primavera huíste?
Pronto caerá la lluvia
el agua siempre abre su cauce
Dejá que vuelva moldeable
la tierra.
V
Buscaste claridad
como quien busca en la arena
la huella del viento
Pero el dibujo siempre cambia
como el deseo
***
MEDEA
Toma de mí
el amargo recuerdo del futuro
los campos secos de las visiones
la lluvia ácida
ya no podrás cerrar los ojos
sin que ardan tus pupilas
Tapa las ventanas
el sol ha muerto en las habitaciones
Sobre mi pecho
cada mañana se ahogan los peces del verano
Tendré el valor
todo será hecho
como se debe
Es lo único que puedo darte.
***
SÍSIFO
No hay tiempo que perder en este mundo
embellecido por su fin tan próximo.
Enrique Lihn
Leí un poema
que hablaba de un poema
que hablaba de la belleza
y del fin
mejor dicho
del fin embelleciendo
la finitud de los días
la conciencia
de poder decir
así te quise y eso fue todo
está es la última vez que mire con estos ojos
que pronto serán otros
estas cosas
que pronto serán otras.
mañana habrá muerto sobre el mundo
todo lo que hemos conocido
mañana diré de nuevo
esta es la última vez que mire con estos ojos...
***
De la serie SUEÑOS
Sueño con el mar
hay un muelle roto
musgo en las rocas cercanas
restos de caracoles una pluma de gaviota que traigo como trofeo
ningún castillo de arena ningún hombre ninguna mujer
una luz en el horizonte me encandila
los ojos se cierran heridos por esa luminosidad lechosa
Así se siente mirar la inmensidad
Victoria Urquiza. Profesora en Lengua y Literatura, forma parte de la colectiva P.A.P y del Colectivo Write like a girl. Participó del grupo-taller Más allá de las palabras .Coordinó, en compañía de Ivana Carrizo, el taller para adolescentes Frankenstein. Fue organizadora del ciclo de arte joven Oídos aturdidos por palabras jóvenes , espacio destinado a chicxs entre 15 y 21 años. Además, junto con Laura Martín llevó a cabo el proyecto Literatura Zombie para la difusión de literatura por medios no convencionales. Ha publicado en revistas digitales y en algunas antologías. Es autora de Luna en Escorpio (Ed. Caleta Olivia, 2018), Darse cuenta (Payana Ediciones, 2022) y de las plaquetas autoeditadas Registros, Puedo ponerme ñoña y decir, Abecedario de la pérdida y Paraíso perdido. Actualmente, facilita el taller Todas las puertas son para salir y, junto a Marinés Scelta, el taller Caja de herramientas.

Marinés Scelta
Árbol
Árbol lastimado
por el sable de un peregrino errante
semejante a este hilo que nos atraviesa
por la sangre que se cuece
no esperés que el amor
sea dado sin violencia.
Árbol de la cornisa
entre el bien y el mal
macabro y pueril
hijo de la sombra que dejo en lo que escribo
solías cautivarme con una música de hojas tersas
vigilabas con los ojos del viento
oscuro y verdadero
hombre y mujer
devoto frente a mi casa.
Cuando lograste invadirme
me escondí entre las cajitas apiladas del dolor
despegué frenética
las fotos en la pared que coleccioné para recordarme
oculté los candelabros que alumbraban el abandono
pero vos me entraste en la piel y me robaste el sueño.
Ahora
sos en mí
y ningún niño ya puede mirarte sin verme
tras el crujido de una puerta que se cierra
para nunca volverse a abrir.
Árbol agrietado
ya no hay brote que no nazca de mi cuerpo
ni rama que no sostenga el instante
en el que se adormece el miedo
sólo otoños para el rostro que me reflejás
y soy yo
y sigo desapareciendo.
De Saber lo que se pierde, Ed. Peces de Ciudad, Buenos Aires, 2016
****
Esta tierra
Esta tierra de lobos
persigue en su vientre estéril de corderos
una tos ronca de niebla y pestilencia
somete a sus hembras a la tortura de la quietud
guarda con celo rancios paraísos
oculta las escamas que le crecen en la espalda
entierra a sus crías en la vergüenza de un saco.
Nada más que una plaga de langostas en la arena de la tarde
busca la explicación en esos vástagos
que deben morir desde lo alto de las montañas
a merced de un viento áspero
para este páramo de reptiles.
Como una migración de palomas en regreso del viento
un mar de jugo ardiente marca el cambio del calendario
en la vigilia a sus presas antes de nacer
no inventa nombres para la muerte
de las manadas cada sequía.
Es allí donde deberíamos buscar el galope salvaje
estirpe de guerreros que nacen solo para cazar
en el único pliegue necesario para el vuelo
ese solo rayo antes del trueno
ese solo día a esa sola hora
donde esta tierra
saqueada por el paso ceniciento de elefantes
se agazapa tigre y espera
bajo el intolerante plumaje disfraz
la quemadura de su boca de abismo.
De Cómo decir (en este mundo solo con estas palabras). Compilación de Patricia Bence Castilla, Ed. Ruinas Circulares, Buenos Aires, 2017
****
Higuera
El fruto verde cayó del árbol
y probamos ansiosos antes de tiempo
hicimos un hogar dentro de esa breva marchita
¿te acordás? vimos la tarde juntos y sonreíste
ojos cerrados medimos tu huella sobre la mía
tan idénticas
una vez
insistimos en saber
que no es la pena lo real siempre inalcanzable
fue lo no dicho
un recuerdo que se alejaba sin más
con la despreocupación de las segundas oportunidades
fue el espacio cada vez más ancho entre los dos
algo confundido con el alivio
grité pero no ibas a escuchar
y la noche ya no alcanzó para traerte
de nuevo algo de día
el viento empujó el rumor de tus palabras pero fue engaño
a quién escucho ahora, no me dejés adivinar
antes fue el canto de los benteveos
ahora es eco de esos tiempos por venir
aceptamos la marca de la pena
le pusimos una voz por si quisiera explicar
sabíamos que no pasa sin dejar herida
pero la desafiamos
qué tan profunda podía a ser de todos modos
si las palabras se deslizaron
por la inclinación o el néctar de lo imperfecto
un gusto rugoso para el engaño
la esperanza pendió pesada de una rama
en un tamaño por demás inadecuado.
De Poesías del Estero, selección y prólogo a cargo de Silvio Mattoni, Ed. BellasAlas, Santiago del Estero, Argentina, 2021
****
cada año
Cada año volvimos a la montaña, más allá de
eso, nunca. Te conté cómo era cruzar el límite, ver
cómo la vegetación disminuye de tamaño y deja
que lo inhóspito cubra todo. Que del otro lado pue-
de crecer la hierba, y se parece a esa película del res-
cate, y que sí, hay caballos, libres, cómo es que pueden
correr libres, fue tu deseo.
Te gustaba sentir ese viento en la cara, no necesi-
to verte de otra manera, no voy a cubrirme el sol ahora,
sentenciaste. Era frío incluso en verano, y yo en-
tendí el paisaje cuando lo dibujaste en el suelo: una
vara y un rectángulo sobre la tierra que yo antes ha-
bía medido sola. El ritual de juntar leña, atravesar
las cortaderas para buscar mejores troncos, solo el
ruido del agua sobre meandros de deshielo, acá nos
vamos a quedar un día.
La primera vez, viste por el reflejo del retrovisor
el blanco, y me preguntaste cómo podía vivir sin
ese corte en el horizonte. Vos podías imaginarnos
sembrando la tierra allí mismo, todo podía seguir
creciendo a pesar de lo que yo pensaba, que en eso
deberíamos coincidir, entendías, después de la
montaña, por qué yo no necesitaba decir tanto: ese
páramo que soy y antes fue desidia, como marca de
nacimiento, estaba en mí, adonde fuéramos.
De: Otros territorios posibles, el andamio edicones, 2021
Marinés Scelta nació en Mendoza, Argentina, en 1984. Es profesora de Lengua y Literatura y tallerista en “La raíz en la roca”. Forma parte del colectivo literario y feminista Write like a girl, cuyo objetivo es investigar y difundir la literatura hecha por mujeres y disidencias, y la creación colectiva. Publicó Saber lo que se pierde (Ed. Peces de Ciudad, Buenos Aires, 2016) y Otros territorios posibles (Ed. Elandamio, San Juan, 2021). Participa, además, en el programa radial Restos Diurnos que se emite por UTN de Córdoba, con la columna Los ritos, sobre poesía contemporánea. Recibió en 2022 la Mención de Honor del Premio “Ana María Iza” (Encuentro Paralelo Cero, Ecuador) por su libro Así ha de ser la ausencia.
Melissa Carrasco
De Las Plantas:
las últimas horas
yo voy dibujando casas por el camino
tengo los nervios duros
la boca hecha pasta
cinco lápices en cada mano
tú quieres casas en el papel
una casa de una puerta
y cuatro ventanas como la mía
ofrece cuatro modos de beber el día
solo uno de vivirlo
una casa sin puertas
y sin ventanas es el mundo
creo que en algún momento que no recordamos
hemos entrado a esta casa
y ya se nos hizo imposible salir
una casa, dos puertas, sin ventanas
es donde pasan sus últimas horas las plantas
ajenas de todo impulso, de toda aspiración
lugar donde transitan
los enfermeros que las atienden
quienes al salir sirven a la vida
y al entrar rinden culto a la muerte
***
Moscas
1
todos tenían derecho
a hurgar en sus narices
perseguir gallinas
mirar cómo corrían descabezadas
como quien va a la hípica
patear la perra y la vaca
mezclar
el sabor de la leche
con frutas del camino
ignorar
cuántos días pasan
como animales secretos
en el bosque
2
hemos olvidado la oración de todos los días
una triste certeza ha tomado lugar
entre una ceja y otra
la negación del futuro
nuestros padres miraron dentro
de la herida abierta
esto es morder la fruta
y mirar desde lejos
mientras las moscas
no hubo tarde en que el carozo
no mostrase sus estrías
ventana adentro, oscurecía
la desnudez era desértica
acto rotundo sin escenario
desafío cosmogónico
de salto al vacío
***
De La teta negada
Perder es adictivo.
Un hambre que excede lo continental.
Quiero hacer de mí una multinacional
que carcoma el universo. Rumiarlo años
y expulsarlo ordenadamente. Instalarlo
menos decolorado.
Fabricaré la tierra
del después. Entonces nutrirlo con jeringa.
Aquí regenerar pulmones. Allá hidratar al riñón
y curar el reuma de sus ciclovías
en el extremo
corazoncitos
beberán de mis rodillas
el flujo de su circuito.
Develaré los senos para la sed de mi jauría.
***
No vine a contar pasos de astros
por agujeros sin tiempo. Vine
a contar las pelusas que condecoran
mi chaleco. No vine a hacer las paces
entre mi primera hora y la alegría
de vivir. Vine a hermanar migas reunidas
y dispersas en un solo muñequito de borrar.
No vine a cambiar de ánimo a pájaros inoportunos.
Vine a resucitar lechugas en aguas de fe.
No vine a beber el óleo sacro
de médulas místicas. Vine a apretar el fruto y sorber
por estos codos su derrame. No vine a tantear terreno
para la siembra de asteroides. Vine a revolcarme
entre matas de cebolla antes de eclipsar mi fiesta.
No vine.
***
Mi piel es la última barrera.
Alguien toca el timbre, suceso
que trae una calma de secuestro.
Toda puerta nueva es susceptible a la acción.
Los niños reirán siempre. Los vivos también.
Mi piel es la última barrera y mientras el trajín
humedece su frente por mi acera, tengo peso de maquinaria
antigua, pisapapeles sobre la cama, tengo conciencia de bosque
blando y orquesta. Tras el umbral
pierde sentido toda intimidad. Sonreímos
y ese es el tajo que decidimos no abrir en otros, tragamos
y con la lengua limpiamos sus bordes. Decimos buenos días
para no herir a los pájaros. Cruzamos en rojo con fe
en nuestro despegue y en un colapso que durará dos horas.
Mi piel es última barrera para inculpar a la humanidad
para saquear sangre de sus iglesias y beber oro de sus
/canaletas.
Mi piel es última barrera para florearme y vender mis edemas
reincidir en gula y lucidez. Para robar los aguinaldos
/que el jefe ya robó
y despedir este año como se despide al empleado - ahora
nada es tu nombre - con la plata, incendio y botellas de vino:
la última cena de los desempleados.
Mi piel es la última barrera, con ella haré jirones, con jirones
/trenzas una liana pensada para ingesta excesiva de frutas
/selváticas
y su fumigación aroma tradicional sobre cada héroe de la
/ciudad.
Mi piel es la última barrera. Estamparé nudillos en paredes
/de fracaso hasta intimar contacto. Colgaré puños como cartas
/cerradas.
Mi piel es la última barrera, maquinaria de barquito enterrado
/en el jardín.
Cada hebra de césped se erguirá rabiosa aguantando un secreto
/toda estación del año.
Melissa Carrasco. Poeta chilena residente en Mendoza, Argentina. Editora. Tallerista. Prof. en Lengua y Literatura. Lic. en Educación.
Ha publicado: “Las Plantas” (2016, edición de autora y 2020 por Dendro Ediciones, Perú), “La teta negada” (2019, Ediciones Culturales Mendoza, y 2020 por Fractura Ediciones), “La última cena de los desempleados” (2020, Histeria Editorial, Valparaíso, Chile), Por qué matar la poesía (2023, Ediciones en Danza) y en antologías como “Error 404” (2021, Colectiva PAP, por Fractura Ediciones).
Ha participado con poesía y performance en distintos festivales de poesía en Argentina y Chile.
Recibe mención honorífica en el Certamen Vendimia de Poesía de Mendoza 2018 por su libro La teta negada y Beca Formadores del FNA 2019, 2021 y Beca Creación del FNA 2022 para investigación sobre hibridez literaria. En 2023 recibe el Fondo Provincial de las Artes- Mendoza para la puesta en escena de la obra teatral "Cariño Malo", junto a Sandra Flores Ruminot y Nicolás Perrone.
Trabaja en el movimiento cultural Indeseables/ Poesía Itinerante y es editora en Fractura Ediciones, editorial independiente. Participa de Colectiva PAP (Poetas Apátridas Pasajeras) y es parte de la organización del Contrafestival Internacional de literatura y otras artes. Colabora desde la gestión cultural en la Asamblea de Trabajadorxs de la literatura - Mendoza.
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