top of page
futuroseran

El taller de escritura en el aula


Por Victoria Urquiza



Si hemos aseverado tantas veces que a leer se aprende leyendo y que a escribir se aprende escribiendo, entonces nos permitimos aseverar además que una y otra práctica resultan ir de la mano: escribir y leer, leer y escribir literatura son actividades que no deberían disociarse.

“Enseñar a escribir es imposible, pero pasar una antorcha, no” dice Lamberti (2016, p.9) en el prólogo de Cómo escribir. Consejos sobre escritura, editado por China Editora. Y es que, si el misterio de la escritura resulta casi intraducible, existen, sí, esas antorchas, que el mismo Lorca vivenció (“Yo tengo el fuego en mis manos”) y que sirven para iluminar el trayecto de los otros. Esto nos lleva indefectiblemente a las palabras de Gianni Rodari: “No para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo.”

Acercarse a la escritura para comprender mejor la literatura implica además entender otras maneras de generar conocimiento. En palabras de Bombini (2005), “La escritura resulta así una tarea de apropiación de saberes, una tarea de reescritura de la cultura en la que nos colocamos en una posición activa, imaginativa y seguramente más propicia para la reflexión que cuando nos ponen a pensar en concepciones instrumentales de la escritura como una mera herramienta para transmitir información prediseñada.”

Partiendo de esta idea, proponemos recuperar la escritura de invención -noción propuesta por Alvarado, en reemplazo de “creativa”- como otro modo de acercarnos a la literatura. Así, la presencia de ejercicios relacionados con la producción de textos de ficción y/o poéticos, pueden funcionar como actividades preparatorias, motivadoras o activadoras de saberes previos o como trabajo práctico propiamente dicho.





PROPUESTA DE ALGUNOS EJERCICIOS CREADOS PARA LA ACTIVIDAD GRUPAL


1-Chancho va literario:

Se necesita una hoja por participante. El ejercicio consiste en imitar el juego de cartas, solo que cada quien en su turno deberá escribir una palabra y rotar la hoja de modo que al volver la hoja a su dueño haya palabras escritas por todos los miembros. Quien coordina debe estar atento a incluir palabras que rompan los campos semánticos que tienden a aparecer. Es importante que el pasaje de las hojas, tal como en el juego, sea veloz.

Luego, con la lista de palabras, cada participante debe escribir un texto. Lx coordinadorx decidirá de acuerdo a lo que ha sido trabajado, género, extensión, inclusión de recursos…


2- Palabras intrusas

Antes de comenzar, se realiza una pequeña relajación: se trabaja sobre cuellos, hombros, espalda. Y se pide que se registre las sensaciones con el cuerpo. Se sugiere una respiración costodiafragmática.

Luego, cada participante registra cómo se siente. Lx coordinadorx puede hacer algunas preguntas que guíen el proceso: ¿Cómo me siento? ¿Cómo está mi cuerpo? ¿Qué sensaciones tengo, alguna emoción en particular, alguna molestia? ¿Cómo es el lugar en dónde estoy? ¿Qué sonidos hay, hay colores?

Una vez que lxs participantes han comenzado a escribir, se espera unos minutos y se les dice que deben incorporar en sus escritos las palabras que escuchan. Acá, deben seleccionarse aquellos vocablos que raramente aparecerían de manera espontánea. Dejo una pequeña lista sugerida: chancleta, monigote, rinoceronte, temporal de Santa Rosa, azulejo, etc…


3- Versos robados...

Sobre la mesa, se deja una selección de libros varios. Se propone que, al azar, lxs participantes abran y lean una página. Se comparte el texto y se comenta entre todxs.

Luego, cada quien debe escribir a partir del escrito que le ha tocado. Puede ser usado como epígrafe, puede establecerse un juego intertextual a partir de la estructura, la temática, o en lo que se desee hacer foco.

Es importante la puesta en común y la instancia de taller, propiamente dicha, donde no solo se lee la producción, sino que se abre la voz a la opinión de todes les participantes.



コメント


bottom of page