Escribir (…) Salva el alma presa, salva a la persona que se siente inútil, salva el día que se vive y que nunca se entiende a menos que se escriba. Escribir es buscar entender, es buscar reproducir lo irreproducible, y sentir hasta las últimas consecuencias el sentimiento que permanecería apenas vago y sofocante. Escribir es también bendecir una vida que no fue bendecida.
CLARICE LISPECTOR
Cuando escribimos, logramos construir un sentido, elaborar simbólicamente todas las experiencias que atravesamos en nuestras etapas vitales. Leer y escribir el mundo, como proponía Freire, en definitiva nos ayuda a nombrar(nos) y reconocer(nos) en lxs otrxs. Zerillo afirma: “escribir ‐en este tipo de práctica‐ es una forma de detenerse, de cobijarse en la propia interioridad, de volver a ponerse en pie reconstruyendo el tejido de las experiencias de un modo significativo”. Además, la dinámica del taller aleja la idea de la escritura como un acto individual y promueve la elaboración de redes.
La escritura trae múltiples beneficios, que ya han sido estudiados por el psicólogo estadounidense James Pennebaker. Fue él quien demostró que escribir nuestras emociones impacta en nuestras relaciones sociales y en la consumación del sueño, por ejemplo. Poner distancia, por medio de la escritura, nos ayuda a gestionar nuestras emociones, a ordenar nuestros pensamientos, mejorar nuestra memoria y favorecer el aprendizaje. Incluso, a nivel físico, actúa sobre el ritmo cardíaco, la tensión, la circulación sanguínea y la respiración.
En cada encuentro vamos a leer textos de otrxs autorxs, a conocer obras de otras disciplinas, a realizar una lectura crítica y observación atenta, vamos a escribir a partir de consignas q sirvan de trampolín en tu proceso.
8 encuentros de 2 horas, una vez a la semana. (Presencial)
Cuándo: Lunes de 19 h a 21 h, a partir del 6 de septiembre.
Dónde: San Juan 735, Ciudad.
Facilita: Victoria Urquiza
Consultas al 2616764180/ 2612699104
Formulario de inscripción: https://forms.gle/KNkE8GPTd1d3MunK6
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